Luego de recibir cinco pedidos para que convoque a los senadores a sesionar sobre el mega decreto de desregulación económica que el presidente Javier Milei firmó en diciembre a poco de asumir, la vicepresidenta Victoria Villarruel a cargo del senado ya no pudo resistir e hizo la convocatoria para este jueves 14 por la mañana. Está decisión despertó una andanada de reacciones violentas desde el gobierno, incluido Milei, que hizo evidente las diferencias entre los máximos titulares del poder ejecutivo.
El decreto de necesidad y urgencia en cuestión es la primera gran medida del gobierno libertario, ya que incluye más de 600 artículos que desregulan la economía y limitan el rol del estado a su mínima expresión en áreas cómo la laboral, la financiera y la de salud entre otras. El poder legislativo puede derogar el decreto si sus dos cámaras, la de diputados y la de senadores, lo rechazan. El voto en contra del senado, sumado al revés que en febrero recibió en diputados el proyecto de ley con el que el poder ejecutivo buscaba otra gran cantidad de reformas liberales sería otro gran revés político para un gobierno que aún no cumple cuatro meses de gestión.
La reacción de Milei acusando a la vicepresidenta de ser culpable del avance del senado, y de muchas de las figuras del oficialismo que llegaron a denunciar una maniobra desestabilizadora evidencian que la relación entre presidente y vice es mala y está dominada por los proyectos personales y la desconfianza. De este conflicto se encuentran los primeros antecedentes hasta antes de la segunda vuelta electoral cuando Victoria Villarruel se mostró con una marca propia y cuando, luego de asumir, Milei no cumplió su promesa de darle a su vice el control de los ministerios de defensa y de seguridad.
Si los senadores rechazan el mega decreto el mismo no pierde vigencia por qué, cómo se escribió más arriba, la derogación requiere el voto negativo de las dos cámaras. Pero ese primer traspié significa un claro retroceso en seguridad jurídica para una medida que ya cuenta con múltiples recursos y amparos judiciales adversos y una amplia oposición desde el resto de los partidos políticos, organizaciones sociales y hasta un sector del empresariado.
El FMI (Fondo Monetario Internacional) también alertó al gobierno que apoya las reformas que impulsa, pero que debe hacerlas con apoyo político y el decreto no es garantía suficiente. Si además esta medida obtiene un primer rechazo del poder legislativo, la situación del gobierno será más complicada aún.
En el plano político, más allá de lo que suceda en la sesión de hoy, se hace evidente que con una representación legislativa mínima, Milei está obligado a mejorar su relación con los otros partidos, con los gobernadores y también con los propios que no quieren o no pueden actuar por obediencia.
Milei y Villarruel cuando eran diputados (Foto de InfoBae.com
Comments