top of page

Reforma Judicial: Antes de irse, AMLO y su logro más importante.

Foto del escritor: Adrián BrizuelaAdrián Brizuela

El panorama político en México ha vuelto a encenderse con la nueva reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), una propuesta que ha desatado un intenso debate nacional. La inminente votación en el Senado es clave: el oficialismo, representado por Morena, está a un solo voto de alcanzar la mayoría calificada que le permitiría transformar el sistema judicial del país. Esta no es la primera vez que AMLO intenta modificar la estructura del Poder Judicial. Durante los primeros años de su mandato, intentó una reforma de menor alcance, que fue bloqueada por la oposición en el Congreso y encontró resistencia en los propios jueces. Sin embargo, el resultado de las elecciones de junio pasado, donde una abrumadora mayoría del pueblo mexicano ratificó su apoyo a las políticas de López Obrador, le ha dado el impulso necesario para retomar la iniciativa.


Presidente de México, Juan Manuel López Obrador (Bbc.com)


La nueva composición del parlamento, donde Morena y sus aliados controlan la mayoría, abre la posibilidad de que esta vez AMLO consiga aprobar la reforma. Este respaldo electoral, junto con las demandas históricas de la ciudadanía por una justicia más transparente y accesible, le ha dado al presidente una oportunidad única para avanzar en una de sus promesas de campaña: la transformación del sistema judicial.


La reforma: protestas, bloqueos y el camino a una nueva justicia

La reforma judicial de López Obrador ha provocado una ola de protestas. Empleados del sistema judicial, desde jueces hasta personal administrativo, han realizado paros laborales y marchas en contra de la propuesta. A principios de septiembre, las manifestaciones alcanzaron su punto más alto cuando grupos de empleados judiciales bloquearon el acceso al Parlamento, en un intento por frenar la discusión de la ley. Los manifestantes argumentan que la reforma amenaza su estabilidad laboral y pone en peligro la independencia del Poder Judicial, un tema central en el debate.


El proyecto de reforma judicial incluye medidas polémicas que buscan transformar la forma en que opera el sistema judicial en México:

  1. Elección de jueces y magistrados por voto popular: Inspirada en modelos como el de Estados Unidos, la propuesta busca que los ciudadanos elijan a jueces y magistrados a través del voto directo. López Obrador ha afirmado que esta medida garantizará que los jueces respondan a las demandas del pueblo, pero los críticos argumentan que esto podría politizar aún más la justicia.

  2. Reducción de salarios y privilegios: Una de las principales críticas del presidente ha sido el elevado salario de los jueces de la Suprema Corte de Justicia. Mientras el presidente de México percibe un salario mensual de aproximadamente 5,000 dólares, algunos jueces de la Corte Suprema llegan a ganar hasta 20,000 dólares mensuales, además de contar con beneficios adicionales como seguros médicos privados y jubilaciones privilegiadas. AMLO considera que esta disparidad es inaceptable en un país con altos niveles de pobreza.

  3. Combate a la corrupción judicial: La reforma también incluye la creación de mecanismos internos para vigilar y sancionar a los jueces que incurran en prácticas corruptas, una de las críticas más persistentes hacia el sistema judicial mexicano.


Sectores que se oponen a la reforma

Diversos sectores de la sociedad han manifestado su oposición a la reforma, argumentando que pone en riesgo la democracia y la independencia del Poder Judicial.

1. El sector empresarial: Representado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la cúpula empresarial ha advertido que la reforma podría generar incertidumbre en los inversionistas, afectando el desarrollo económico del país. El sector empresarial teme que la elección de jueces a través del voto popular politice el sistema judicial, lo que podría aumentar la discrecionalidad en la resolución de conflictos.

2. La Iglesia Católica: La Conferencia del Episcopado Mexicano ha emitido un comunicado expresando su preocupación por la reforma. Según la Iglesia, la iniciativa podría debilitar los principios de justicia e imparcialidad que deben regir el sistema judicial. La Iglesia considera que la independencia del Poder Judicial es fundamental para garantizar los derechos de todos los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables.

3. El gobierno de Estados Unidos: Desde el país vecino, funcionarios han expresado sus reservas sobre el impacto que podría tener la reforma en la independencia judicial y en la cooperación bilateral en temas de seguridad y justicia. Las relaciones entre México y Estados Unidos, especialmente en áreas como la lucha contra el narcotráfico y la inmigración, dependen en gran medida de la solidez del sistema judicial mexicano.

4. Los partidos de oposición: Los partidos PAN, PRI y PRD, que sufrieron una contundente derrota en las elecciones de junio, han sido los críticos más vocales de la reforma. Afirman que la iniciativa de AMLO es un intento por concentrar más poder en el Ejecutivo y debilitar los contrapesos democráticos. Además, cuestionan que la elección popular de jueces podría llevar a una justicia influenciada por los caprichos de la política electoral, en lugar de la ley y el derecho.


Respuesta del oficialismo: continuidad y promesas

El oficialismo, encabezado por AMLO y Morena, defiende la reforma como una medida crucial para acabar con un sistema judicial corrupto, que históricamente ha favorecido a las élites en lugar de servir al pueblo. López Obrador ha señalado repetidamente que la justicia en México es lenta, ineficiente y costosa, lo que afecta principalmente a los sectores más pobres. En respuesta a las críticas, el presidente asegura que su objetivo es que los jueces y magistrados sean verdaderos representantes de la voluntad popular.

Además, el 1 de octubre, Claudia Sheinbaum, exjefa de gobierno de la Ciudad de México, asumirá la presidencia del país tras ser elegida sucesora de AMLO. Sheinbaum ya ha declarado su compromiso de continuar con las reformas impulsadas por López Obrador, incluida la reforma judicial. Su liderazgo será clave para la implementación y seguimiento de estos cambios en los próximos años.


Impacto regional: lecciones para América Latina

El éxito o fracaso de la reforma judicial en México tendrá implicaciones importantes para el resto de América Latina, una región donde los conflictos entre el Poder Ejecutivo y el Judicial son recurrentes. En países como Brasil, Perú y Ecuador, los gobiernos elegidos democráticamente han chocado con sistemas judiciales percibidos como lentos y corruptos.


En Brasil, las tensiones entre el Poder Judicial y los gobiernos electos han sido constantes, con fallos que han bloqueado políticas clave de presidentes recientes. En Perú, la relación entre el Ejecutivo y el Judicial ha sido igualmente conflictiva, con presidentes enfrentando procesos judiciales que han paralizado sus agendas. En Ecuador, los juicios contra exmandatarios como Rafael Correa han generado divisiones profundas, con el Poder Judicial en el centro de las controversias.


Si México logra implementar una reforma que mejore la eficiencia y transparencia del sistema judicial, podría servir como un ejemplo para otros países de la región. Un sistema judicial que sea accesible, eficiente y en sintonía con las necesidades de la población es una demanda creciente en toda América Latina, donde la desconfianza hacia los jueces es común.


Conclusión

La reforma judicial impulsada por AMLO representa una oportunidad histórica para transformar un sistema que ha sido percibido como ineficiente y corrupto. Si el Senado aprueba la reforma, será el primer paso para una justicia más cercana a los ciudadanos. Pero si se vota, deberá ser para mejorar el sistema y construir una justicia que responda a las demandas de una sociedad que ha sufrido durante demasiado tiempo.


El sistema judicial en México sigue funcionando como lo hacía en la época en que un solo partido dominaba el país, perpetuando fraudes y protegiendo la impunidad. La justicia ha sido históricamente favorable a unos pocos y desfavorable para las mayorías. Fue el pueblo, a través de la democracia, quien puso fin a esa era, y ahora es el mismo pueblo el que, con las herramientas democráticas, busca reformar la justicia para que sea más equitativa y transparente.


16 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page