El presidente de Ucrania Volodymyr Zelenski utilizó los poderes especiales que les fueron aprobados hace dos años cuando comenzó la guerra con Rusia y suspendió las elecciones presidenciales que deberían realizarse este 31 de marzo. Además, también usó esos atributos para restringir las actividades de once partidos políticos de la oposición. Según algunas encuestas de opinión, la mayoría de los ucranianos tienen una imagen negativa de su gestión y piensan que se aprovecha de la guerra para mantenerse en el gobierno.
Las facultades especiales que le permiten a Zelenski prorrogar su mandato de forma indefinida se encuentran en una Ley Marcial que él mismo impulsó pocos días después de que se iniciara la invasión rusa y es prorrogada cada tres meses. Las elecciones deberían haber sido convocadas en noviembre pasado, pero Zelenski ya no tiene opositores en el parlamento que le obliguen a cumplir con la constitución y concluir su mandato.
Según una encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS) Volodimir Zelenski no ganaría las elecciones ya que cuenta con una tendencia decreciente en el apoyo de la población. Por su parte, la revista británica The Economist había señalado en noviembre que la imagen positiva del presidente ucraniano era de sólo el 32%. En la Unión Europea la debilidad del sistema democrático, junto a los altos índices de corrupción registrados, han sido un franco impedimento para sumar a Ucrania a ese bloque regional.
Volodymyr Zelensky llegó al poder en Ucrania en 2019 tras una campaña electoral sin precedentes que se destacó por su enfoque en la televisión y las redes sociales. Como comediante y actor popular, Zelensky capitalizar su fama para presentarse como un candidato antipolítico, prometiendo luchar contra la corrupción y abogar por un cambio genuino. Su programa de televisión "Servidor del Pueblo", en el que interpretó a un maestro de escuela que se convierte en presidente accidentalmente, le proporcionó una plataforma para conectar con el público y transmitir su mensaje político. Su victoria abrumadora en las elecciones presidenciales marcó un hito en la historia política de Ucrania, ya que encarnaba la esperanza de una nueva era de liderazgo centrada en la transparencia y la reforma.
Una de las últimas medidas que hundió a Zelenski en la impopularidad fue la destitución en febrero del general Valeriy Zaluzhny a cargo de las fuerzas armadas. Según un relevamiento realizado por la encuestadora SOCIS con sede en Kiev, Zaluzhny le ganaría las elecciones en segunda vuelta y duplicaría los escaños parlamentarios del presidente. Es probable que esa amenaza electoral sea el motivo de las desavenencias entre ellos y que la reacción evidente de Zelenski sea la gota que derramó el vaso de la desaprobación popular.
Volodymyr Zelenski (Foto de lanacion.com)
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