El Instituto Nacional Electoral de México ya acreditó a los más de 1300 veedores extranjeros para las elecciones del próximo domingo. La OEA (Organización de Estados Americanos) y el Gobierno de Estados Unidos son parte de las instituciones observadoras de unos comicios que serán los más grandes de la historia mexicana y que llaman la atención de gran parte del mundo. En estas elecciones, los ciudadanos mexicanos votarán para elegir al próximo presidente de la república, así como a senadores, diputados federales y locales, gobernadores de varios estados y otros cargos municipales. Más de 93 millones de mexicanos están habilitados para votar en estas elecciones, que abarcan todo el territorio nacional.
Sheinbaum, Gálvez y Máynez (Foto de mexico.as.com)
Los tres principales candidatos a la presidencia son: Claudia Sheinbaum, de 61 años, ex jefa de gobierno de la Ciudad de México y representante de Morena, el partido en el poder; Xóchitl Gálvez, de 60 años, senadora y empresaria que representa una coalición de partidos de oposición integrada, entre otros, por los tradicionales PRI y PAN; y Jorge Álvarez Máynez, de 39 años, coordinador del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano. Cada uno de ellos representa diferentes enfoques y visiones para el futuro del país.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que no puede presentarse a la reelección, deja una situación positiva para la candidata oficialista. Durante su mandato, el Producto Interno Bruto (PIB) se recuperó luego de la pandemia COVID, por encima del promedio de la región. Además, México se ha convertido en el primer socio comercial de Estados Unidos, lo que ha ayudado a mejorar indicadores de desarrollo como pobreza y empleo. La gestión saliente tiene un índice de aprobación de más del 57 por ciento de la población.
México atraviesa un clima de violencia asociada al narcotráfico que afecta gravemente la seguridad en diversas regiones del país. Desde que comenzó la campaña electoral en noviembre pasado, al menos 35 candidatos han sido asesinados, lo que subraya la peligrosidad que enfrentan los políticos en ciertas áreas del país. Esta situación ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional y representa uno de los mayores desafíos para el próximo gobierno.
Cabe destacar que, independientemente del resultado, México tendrá su primera presidenta, un hecho histórico que resuena fuertemente en el contexto del feminismo contemporáneo. Este logro no solo es significativo para la política mexicana, sino que también marca un avance importante en la lucha por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina. Sin embargo, este avance se da en un contexto donde el machismo aún está profundamente arraigado en la sociedad mexicana, lo que subraya la importancia y el desafío de seguir avanzando en la igualdad de género.
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