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  • Foto del escritorAdrián Brizuela

Cuatro Décadas de Democracia Argentina: Un Recorrido por sus Altibajos

En este 2023 de elecciones trascendentales para Argentina, el país conmemora los 40 años de su retorno a la democracia, luego de una travesía marcada por la inestabilidad política derivada de oscuros períodos de dictaduras militares, violencia política y el impacto devastador de un genocidio que asesinó a gran parte de una generación de líderes políticos y sociales. Este legado ha ejercido múltiples influencias en los acontecimientos de estas cuatro décadas de gobierno democrático.

A pesar del hito de estos primeros 40 años de democracia sin golpes de estado, durante este periodo se presentaron dos interrupciones presidenciales: La primera tuvo lugar en 1989, cuando Raúl Alfonsín cedió el poder al recién electo Carlos Menem, seis meses antes de concluir su mandato. La segunda, en 2001, se precipitó con la renuncia de Fernando de la Rúa en medio de una crisis social incontrolable, desembocando en una semana vertiginosa con cinco presidentes apenas asumidos.

Las elecciones actuales están marcadas por la apatía ciudadana, la crisis económica y la deuda social acumulada. Estas circunstancias no pueden disociarse del balance de estos 40 años de democracia, ya que gran parte de las raíces de los desafíos actuales encuentran su origen en los periodos presidenciales que se iniciaron desde el 10 de diciembre de 1983.



Ricardo Alfonsín (1983-1989): La "Primavera Alfonsinista" marcó el comienzo de su mandato, con fervor popular por el fin de la dictadura y la participación ciudadana. "Con la Democracia se Come, se educa, y se vive", la célebre frase de Alfonsín, encapsulaba la esperanza inicial. Sin embargo, la crisis económica, marcada por la hiperinflación, erosionó la confianza en la clase política y su habilidad de gestión. Además, este período enfrentó alzamientos militares y la resistencia de la derecha argentina a los procesos de Memoria, Verdad y Justicia, sobre los crímenes cometidos por el gobierno militar.



Carlos Menem (1989-1999): El regreso al poder del Peronismo, el Movimiento que representa desde los años 40 el ingreso de la clase obrera a la política. Menem, aunque asociado con el desarrollo social, gobernó con un enfoque neoliberal que condujo a desindustrialización, endeudamiento y aumento de pobreza y desempleo. La década del 90 se caracterizó por un periodo inicial de crecimiento basado en la privatización de bienes estatales, que derivó en una enorme crisis social de pobreza y desempleo.


Fernando de la Rúa (1999-2001): Su alianza de partidos de centro prometía terminar con la corrupción y resolver problemas sociales. Sin embargo, la crisis económica y social resultó en un estallido social, y su mandato terminó con su renuncia y una serie de renuncias presidenciales en una semana turbulenta.


Eduardo Duhalde (2002-2003): Lideró la transición que permitió abandonar la convertibilidad, restablecer el sistema financiero y paliar parcialmente la crisis social. Dirigente del partido peronista, su gestión buscó estabilizar la nación en un contexto de desafíos múltiples.


Néstor Kirchner (2003-2007): Aprovechó el auge de los precios de las materias primas en el mercado internacional para revitalizar la economía y abordar problemas heredados. Su presidencia también marcó el inicio de una mayor integración latinoamericana y la recuperación de la confianza en la política.


Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015): Profundizó el proyecto de su esposo, impulsando cambios económicos y sociales a través de la intervención estatal. Sin embargo, enfrentó oposición económica y una inflación creciente, lo que generó desafíos para la estabilidad económica.


Mauricio Macri (2015-2019): La alianza de centro-derecha prometió resolver la inflación y la pobreza, pero su mandato se caracterizó por la empeoramiento de ambas situaciones y un aumento en la deuda externa.


Alberto Fernández (2019-2023): En un contexto de crisis heredada y desafíos actuales, como la pandemia y tensiones internacionales, su gobierno busca abordar problemas económicos y sociales. A pesar de los esfuerzos, enfrenta descontento y cuestionamientos sobre su gestión económica y la forma de afrontar la deuda.


Estas cuatro décadas de democracia ininterrumpida pintan un cuadro complejo en Argentina, donde las transformaciones políticas y económicas han dejado su huella en una sociedad que enfrenta desafíos persistentes y un sentimiento mixto hacia el sistema democrático y la política como agente de cambio.

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