Cuando una mujer se convierte en el coraje de un pueblo.
- Adrián Brizuela
- 28 oct
- 1 Min. de lectura
Cuando la oscuridad del enemigo invasor ya asomaba sobre la tierra, ella alzó su voz y su voluntad como única defensa de su pueblo. No se trata de un guerrero tradicional, sino de alguien cuya mayor arma es su entrega y su sacrificio. Con una convicción inquebrantable, decidió que su vida no pertenecería a la paz cómoda, sino a la salvación de los suyos. Esa figura, cuya coraje se vuelve luz en medio del peligro.

Fui a ver la ópera Mila Gojsalića en el Teatro Nacional de Zagreb. No entendía el idioma, pero había leído antes el argumento y la estructura principal, así que pude seguirla con emoción. La música me impactó: poderosa, envolvente, muy presente. Sentí que el sonido era parte del cuerpo del teatro, que te empujaba hacia dentro de la historia.
La obra del compositor Jakov Gotovac, está inspirada en una leyenda dálmata del siglo XVI. Narra la historia de una joven que se sacrifica por su pueblo: se infiltra en el campamento enemigo, provoca una explosión y muere salvando a los suyos. La obra combina pasajes corales intensos con momentos de lirismo profundo, como cuando la protagonista canta su amor por la tierra que defiende.
Conocer una ciudad a través de sus íconos culturales tiene algo especial. Zagreb, con su teatro, su historia y su ópera nacional, me permitió ver más allá de sus calles y monumentos. Descubrí una ciudad que se cuenta a sí misma a través de la música y el coraje de sus leyendas.






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