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Foto del escritorAdrián Brizuela

Argentina y Colombia intentan normalizar la relación a pesar de los agravios presidenciales.

Después de la escalada verbal protagonizada por los presidentes argentino, Javier Milei, y colombiano, Gustavo Petro, las cancillerías de ambos países trabajaron para normalizar la relación y dejar atrás los agravios, o al menos mantenerlos al margen de la interacción que estos países han mantenido durante 201 años.

El pasado domingo, las cancillerías de Argentina y Colombia publicaron un comunicado donde informaban sobre el restablecimiento de las relaciones para garantizar el comercio bilateral, la indicación de que el embajador argentino retome su puesto en la embajada en Bogotá y el beneplácito por quien será su reemplazo. También se informó que la ministra de relaciones exteriores argentina, Diana Mondino, visitará Colombia en los próximos días.

El origen de la escalada, aunque parezca extraño, ha desembocado en un debate, sobre todo para el mandatario argentino, quien justificó llamar "terrorista asesino" a Petro debido a que el colombiano lo había atacado primero. El año pasado, Milei dijo que los socialistas son "excrementos humanos", a lo que Petro respondió que esas palabras le recordaban al nazismo. Al final de la semana pasada, el Estado colombiano expulsó a la diplomacia argentina en Bogotá.

Javier Milei ha cultivado un estilo agresivo que adquirió durante sus años como panelista televisivo y que no ha cambiado desde que asumió la presidencia. Ya ha tenido desencuentros con representantes de Brasil, Chile, China, entre otros. De hecho, en la misma entrevista de CNN donde atacó a Petro, calificó al presidente mexicano, Manuel López Obrador, de ignorante. Para Milei, todos aquellos que piensan diferente son candidatos a ser agredidos, y si son de derecha, de centro, socialdemócratas o de izquierda, peor aún. Porque para él, todos los que no están alineados con su extrema derecha representan una amenaza izquierdista.

Las relaciones diplomáticas entre Argentina y Colombia han sido generalmente amistosas y cordiales. Ambos países han trabajado coordinadamente en diversos ámbitos, incluyendo el comercio, la cooperación cultural, la colaboración en organizaciones internacionales y la diplomacia regional. Según los últimos datos censales, la población colombiana en Argentina ha experimentado un crecimiento constante, convirtiendo al país sudamericano en uno de los principales destinos para los colombianos en el exterior.

En la política argentina, quedará la incógnita de hasta qué punto el estilo descontrolado y agresivo de Milei impactará en la economía y la integración del país en el mundo, y si esto responde a su carácter inmanejable o a una estrategia de aislamiento en beneficio de su principal aliado, Estados Unidos.


Javier Milei y Gustavo Petro (Foto de eluniversal.com.mx

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